jueves, 30 de septiembre de 2010

De vuelta al Cole


Muchas veces nos vienen a la memoria aquellos días en los que éramos pequeños.

Cuando nos levantabamos temprano para vestirnos, desayunar, y ponernos esa mochila que para cada uno de nosotros sin duda era la mejor de todo el colegio. Luego llegábamos a ese lugar donde compartiamos asiento al lado de nuestros compañeros de siempre... Lo pasabamos bien. Además, cada dos años (en mi caso), nos tocaba un profesor/a diferente que parecía conocernos como si nos hubiera dado a luz él/ella mismo/a. Era capaz de sacar de nosotros lo mejor, y a veces lo peor.

En este curso, me ha tocado de nuevo volver al cole. He vuelto a esas aulas que me han visto crecer. Que tanto me han enseñado. Donde tanta risa he pasado con mis compañeros. Donde muchas veces he temblado por las notas. El olor a punta recién sacada, a goma de borrar, las manchas de tiza (aunque ahora también tenemos pizarras electrónicas), las mesas rotas y talladas con nombres, las pintadas de nombres con tipex en la fachada del colegio, las pistas de fútbol... Fue impresionante volver a pisar un aula de aquel colegio, incluso ver alguna mesa que yo mismo había ocupado. Sin embargo, me ha tocado cambiarme de bando. Ahora puedo ver las entrañas del colegio. Compartir charlas y cafés con aquellos que empezaron a formarme académicamente. Y en cierto modo aún me están enseñando, pero a ver la vida desde ese otro lado. Como desde el principio, sigue habiendo buenos y malos maestros. Están aquellos que parecían buenos y son buenos, los que parecían malos y son buenos, y los que parecían malos y son malos. Algunos no cambian nunca...

La diferencia de mi vuelta al cole es que ahora tengo que sentir lo que sentían aquellos maestros encargados de evaluarnos. Y me doy cuenta, de una forma más sencilla qué profesores tratan a sus alumnos como mercancía... Se refleja en ellos mismos. Y apenas llevo dos semanas. Tengo la sensación de que he acertado de lleno con la profesión que he elegido. Esta es mi vocación. Y lo digo porque no hay nada más gratificante que ver un alumno aprender, que ver como un niño te muestra su cariño, ver como aquel torpe se supera a sí mismo... Creo que cuando consiga mi puesto seré feliz... Me sentiré muy realizado y orgulloso de que ellos den el primer paso hacia sus sueños.

lunes, 5 de abril de 2010

La Vida, cristal de bohemia.


Todos, de alguna forma u otra, hemos hecho una breve reflexión acerca de lo que conocemos como vida... Es cierto, debemos vivirla lo más feliz posible. Y en la mayoría de las ocasiones no sabemos apreciar el valor de aquellos momentos que vivimos. Lo que siempre cuenta son los "momentos de calidad", pues siempre estarán ahí. Al fin y al cabo, ¿de qué vale no recordarlos? Es lo más gratificante que nos queda.
En días como el de hoy, yo mismo me asombro de la fragilidad que es la vida. Como puede cambiarte de un momento a otro, en cuestión de horas, minutos, segundos... No sabemos cuál es el precio que podemos pagar tan solo por la rutina, y después de todo, debemos estar agradecidos. Cualquier momento cotidiano, monótono, puede ser el más letal, y pasar de eso que hago siempre a eso que jamás haré. Solo debemos ser coscientes de que en cualquier momento, aquello que más queremos puede irse para siempre, dejandonos fuera de juego. Y por fuerza propia, debemos afrontarlo.
Es increible, indignante, pero es así.
Recuerdo que cuando era pequeño, sentía que nada podría arrebatarme mi vida, mi ser, eso que yo conocía como consciencia de vida. Un concepto abstracto pero sencillo en la mente de un niño. Era capaz de imaginarme a mi mismo en situaciones adversas logrando salir ileso. Me sentía fuerte, poderoso. A medida que crecí, me dí cuenta de que todo aquello se desmoronaba paulatinamente. Ahora, me doy cuenta de la fragilidad que envuelve al ser humano. En cualquier momento nos convertimos en víctimas de decisiones propias, o ajenas. Es imposible predecirnos qué puede sucedernos. Estamos nosotros y nuestras ganas vivir, el resto nunca se sabe.
Es importante rodearnos de gente que nos quiere, que nos necesita, y que necesitamos. Siempre estarán ahí, y siempre estaremos dispuestos para las necesidades mutuas. Por eso, cuando la vida de alguien se desmorona, es importante demostrar que estarás a su lado para superar cualquier cosa. Es importante demostrar que tu mano y tu hombro están dispuestos a regalar ayuda. Y es importante, levantar a aquel que encontramos en el suelo.
Hoy, más que nunca, tengo muy claras mis prioridades. Estar en lo bueno y en lo malo, y así se me corresponderá cuando yo sea el que se derrumba. Gracias al amor mutuo entre las personas.
Apreciar los "momentos de calidad" en cuanto nos sea posible, disfrutar de ellos y seguir intentando encontrarlos, es un regalo del cielo. Puede que cuando algo suceda, estos recuerdos sean nuestro peor enemigo, pero después se convierten en el mayor de los privilegios...
Es un placer poder vivir, y amar la vida. Porque aunque la vida venga con fecha de caducidad, el amor es eterno, y es lo único que tenemos los unos con los otros.

martes, 23 de febrero de 2010

Yo, soy Europeo y del Mundo.


Tras varios años haciendo intentos en vano por conseguir mi "libertad penínsulera", por fin me llegó el momento... No ha sido a un lugar lejísimos, ha sido al país vecino, pero eso sí, a la ciudad del amor. Preciosa. Pero no tan preciosa como la persona que me llevó de la mano hasta ella... Ha sido una de las experiencias más bonitas de mi vida, y como primer viaje, siempre lo recordaré con más cariño que ningún otro. La Tour Eiffel, el Arco del Triunfo, la Venus de Milo, la Victoria de Samotracio, Notre Dame, la Libertad guiando al pueblo...
Al margen de lo bonito de la ciudad, la maravillosísima compañía que me acompañaba (y lo hará a todos los rincones del mundo), lo más bonito es darte cuenta de que siempre hay más allá. De que vale la pena viajar, ver, sentir y admirar. Ver que todo eso que siempre vemos en los libros, o en las imágenes de la red, puede plasmarse en nuestra retina. No importa si es todo lo que esperábamos o no, lo importante es que hay que vivir la experiencia de vivir.
Me he dado cuenta que no solo soy ciudadano de España, también lo soy de Europa, y por supuesto del Mundo. De la importancia de saber comunicarte con aquello que quieres, y no sólo oralmente (que también es muy importante). Y sobre todo, de que la compañía debe ser siempre especial. Supongo que estar inmersos en una lengua diferente nos ha hecho reflexionar, y darnos cuenta de que todo es poco, y que somos capaces de lo que queremos (en tres días hemos progresado más el inglés que en 22 años).
El Mundo está ahí, esperando a que vayamos a visitarlo...

jueves, 28 de enero de 2010

Los 7 Puñales


Este es el fin... Otras veces han habido muchos finales, pero este es el definitivo. Lo siento, de verdad. Siempre es duro dejar aquello en lo que crees, aquello por lo que luchas, pero cuando ya no puedes dar más, no merece seguir luchando.
Puede parecer que me estoy rindiendo, pero no es del todo cierto. Simplemente desisto. Desisto de regalar mi ilusión, mi entrega, y en definitiva mi cariño, a quien no me devuelve nada a cambio. Por mi parte, pesan más las decepciones que las alegrias, y eso no es justo. Lo he dado todo sin recibir nada. Sentí ganas de llorar, por tantísimos años de entrega y lucha, siempre apostando por la tradición y por regalar a este pueblo algo que yo creí que merecía. Y muchas personas lo merecen, pero he decidido que yo no voy a dárselo.
No he abandonado a nadie, eso que quede bien claro, simplemente no doy más de sí. Soy yo el que me siento abandonado. Siempre he intentado hacerlo lo mejor posible, pero creo que no he sabido crear ese ambiente favorable y de unión para que todos nos hubieramos implicado. Lo he intentado todo, y he fracasado. No voy a seguir derrochando mi tiempo, y mi dedicación, si cuando acabo no me siento lleno, satisfecho. No quiero que nadie se moleste, quiero que comprenda que no puedo seguir adelante. Tengo mi vida, mis ambiciones, y unas ganas de aprender que me superan. Y me siento oprimido, por personas (que yo considero buenas) pero que no comparten los mismos sentimientos ni los mismos principios que yo...
Como dijo un día el Rey del Pop, un maestro en el mundo de la música "El mayor pecado de todos los pecados es recibir un don y no cultivarlo, para que crezca, ya que el talento es un regalo divino". Mi objetivo era que todos juntos hubieramos hecho ese esfuerzo por realizarnos, pero ha sido imposible. He intentado que cada uno de los miembros se sienta implicado, pero ha sido imposible.
Además de todo esto, sé que muchos pensarán: "Después de todo esto, ahora lo deja". Pues con más razón. Hemos implicado a mucha gente, que ha apostado por nosotros, hemos rellenado un montón de papeles, e incluso muchas personas han invertido en nosotros con toda su buena fe. Y, a parte de mí, toda esa gente también está siendo engañada. Están dando, y no van a recibir, y yo no quiero engañar a nadie... Lo hemos ofrecido todo en bandeja, masticado, sólo tenían que tragarlo... Ha sido imposible. Yo quise quedarme para aprender aquí, aunque hubiera estado dispuesto a irme, aposté por esto. Y nada. No se puede jugar así con las personas.
Espero que todo salga bien, y si mi marcha os hace trabajar más y más duro, me alegraré, pero me decepcionaré más. Porque eso significará que nunca me respetasteis...
Quiero resaltar la pasión y la fe que he tenido siempre en esta banda, y que la llevaré siempre a fuego dentro de mí... Y que mi creación (aunque muchos me hayais ayudado) siempre vaya por delante representando a este pueblo. Un abrazo para todos.
Hasta siempre.